La fuga
La música, grotesca y torpe, inunda el tosco recinto. Las contadas luces, alternan colores y sombras en las siluetas danzantes. Y el vaso, colgando de mis dedos, brinda la excusa para prolongar la agonía.
Amigos y desconocidos dan vida a las sombras, le dan un rostro, distintos gestos, y variados estilos, mientras todos, a su manera, siguen el insulso ritmo. Camino desganado entre fantasmas y maniquíes, busco la botella, lleno mi vaso, retengo el trago en mi boca, respiro su sabor unos instantes, para finalmente, dejarlo fundir en mi garganta. Siguen bailando. Sonrisas, miradas cómplices, y posturas falsas, salpican este diminuto sector de tiempo y espacio, cuando movimiento e iluminación se combinan, y extraen fugaces fotogramas de la oscura masa danzante. De la penosa banda sonora, solo su componente rítmico me da un mínimo danzar, perceptible únicamente en el desplazamiento del fluido que adorna mi vaso, el resto, la melodía, y los arreglos, cuando existen, no logran atravesar, ni los filtros más laxos de mi mente.
Salgo, vuelvo a entrar. Las imágenes se repiten, se entreveran, se funden. La música, pierde su carácter sonoro, se vuelve materia, y se impregna a la mixtura humana. Los reflectores desaparecen, sus haces de luz también, pero su función se observa en el caos cromático del bloque bailante. Luego, hacia ese amorfo cubo fluye todo el local, con sus mesas y sillas, con sus vasos y botellas, y se escapa hacía él, hasta el sabor de mi bebida, y, cuando todo penetró en ese lejano objeto, me observo, del otro lado del lente, filmando una triste película.
Un vaso quedó servido, un abrigo desapareció de una mesa, y un auto, despertó prematuramente de su siesta, y se fundió en el tráfico nocturno.
7 comentarios:
Una bella fuga.
Saludos!
Gracias Lou,
Estuve mirando tu blog, esta interesante.
Como llegaste al mío?
Un Abrazo,
Diego
Se ve y se siente lo que relatas
Muy bueno
Gracias
Saludos,
Diego
Diego: Parece que fue en serio la fuga.
Buen año.
Carlos
Hola Carlos,
increiblemente hace unos pocos días me acordé de mi tiempo de blogger, por decirlo de una manera, y me acordé que siempre aparecían tus comentarios. Gracias por seguir ahí.
Desde que empecé a trabajar, no tanto por tener poco tiempo, aunque tengo menos sin duda, sino porque necesito cierto estado de ánimo para escribir, he dejado por el momento de hacerlo.
Espero volver pronto, porque esa actividad me resulta mucho más grata que la de informático, pero bueno, de algo hay que vivir.
Un abrazo fuerte, y que tengas un gran año.
Diego
Que grande tocayo... hace tiempo que quería ver un poco de tu arte, pero no había tenido "tiempo"... es raro no poder hacerse tiempo para las cosas que uno quiere hacer.
"La fuga", lo 1ro que leo. Muy bueno, se ve que sacaste el poeta que estaba escondido detrás del ingeniero.
Felicidades!.
Abrazo,
Diego.
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